EL
DEDO EN LA LLAGA
¿Y qué hacemos con
Setar?
Por: Esteban Farfán Romero
Twitter: @EstebanFarfanR
E-Mail: farfan2007@gmail.com
Yacuiba – Gran
Chaco
“Es mejor morir de pie que vivir
arrodillado” - Dolores Ibarruri 'La Pasionaria'.
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SETAR YACUIBA, LA CODICIADA: Fachada de la empresa en Yacuiba, que se a convertido en la manzana de la discordia, muy apetecida por los políticos. . |
Lo que se debe buscar es generar condiciones para que la intervención de los políticos en la empresa sea lo más mínimo posible, y se otorgue facultades a la iniciativa privada para que resuelva en base a mecanismo de medición de calidad con estándares internacionales.
Al
caer la noche de un viernes, me sorprende la llamada de un viejo amigo que
desde que asumió un importante cargo dejó de mandarme mensajes o llamarme para
compartir algunas ideas, y visitarme como solía hacerlo antes. Supongo que las
muchas tareas y compromisos, lo obligan a ocupar más tiempos en tan alta
responsabilidad, que ya no le resta tiempo para hablar con los viejos amigos de
la dinámica política.
El
arranca la conversación en un tono tenso y rígido (ya no como antes, con bromas
y chances), y de golpe me hace saber claramente que mis comentarios sobre Setar
están causando mucho daño a la imagen y ‘prestigio’ de la empresa. Me dice que
ha causado muchos problemas internos y me pide respetuosamente que tenga más
cuidado al hacer/escribir comentarios. Sin mucha vuelta al asunto, le comento
que no tengo prensa, porque estoy vetado desde hace tiempo, por lo que no salgo
por los medios masivos y que mis comentarios se reducen a publicaciones en mis
cuentas en las redes sociales. Que únicamente algunos de mis amigos leen las
mismas. Me interrumpe, e insiste en que mis opiniones están ‘dañando’ mucho a
la empresa.
Freno
en seco el asunto, y le hago recuerdo que desde hace mucho tiempo escribo lo
que pienso y siento, de manera libre, sin ambages. Y que me hago cargo de lo
que digo (escribo), a pesar de que esos comentarios en una oportunidad me han
costado la cárcel, algún puñete al descuido (de atrás) en la calle de un exasambleísta
dipsómano, pero bravucón y pendenciero hasta los tuétanos que ahora se ha
perdido completamente en el anonimato. Mis opiniones me han costado despidos
abruptos, presiones directas, aprietes rupturas de contratos a último momento
(minutos antes de la firma) por ‘órdenes superiores’ y acoso político, sin
embargo esas consecuencias no me han hecho cambiar las mismas.
Le
hago conocer que este tipo de ‘presiones’ no han logrado hacerme bajar la
cabeza un milímetro, mucho menos cambiar de posición. Que en algunas
circunstancias, he preferido renunciar o apartarme, a hacer algo forzado e
impuesto que colisione con mi conciencia y principios. Le comento que por esta
actitud que me empecino en repetir, este año (2017) fue muy difícil en lo
económico, con muchos problemas en la familia. Que hemos pasado momento muy
apretados, pero que tengo la esperanza, como la certeza, que vendrán mejores
momentos, y que Dios no me soltará la mano. Voy a cruzar el desierto.
Después
de mi relato, medio lastimero pero con mucha seguridad y templanza, mi amigo
baja el tono, ahora de manera más amable, me dice en modo reflexivo de cura de
pueblo, y me aconseja a relativizar
muchas cosas, ver los diversos colores, y me recomienda no poner en riesgo la
familia por posiciones inflexibles. Me dice que la política es sucia y que los
valientes y héroes pasan al anonimato pobres, y que nadie reconoce eso después.
Debería pensar en ablandar un poco, y “charlar”.
Aprovecho
la oportunidad para hacerle conocer mi posición acerca de la necesidad de
institucionalizar la empresa Setar y que creo que la única manera de hacerla
eficiente, es quitar la empresa de las manos de los políticos, e
institucionalizarla. Este debate que hay en los medios sobre los cortes,
sobrefacturación, es cortina de humo, y que el problema de fondo es la
politización, la toma como botín de guerra de la empresa
Me retruca de manera defensiva que con este
comentario estaría sugiriendo que él no es competente para el cargo que
ostenta. Le aclaro que el problema es la forma. Le digo que cualquier persona,
por más capaz que sea, si es nombrada discrecionalmente (a dedo) y por un
político, éste le deberá el cargo al político, y no a sus méritos.
Finalmente
me dice que quiere conversar personalmente, y mantenerme informado acerca de
las decisiones que va a tomar para mejorar el servicio. Le señalo, le reitero
que esta gestión (la de Oliva) va por el tercer año (de cinco), y no hay ningún
cambio significativo. El servicio sigue igual como hace 20 años; pésimo. Cuelga
el teléfono, en tono (a mi parecer) molesto. Pienso que no conversaré con él
por mucho tiempo.
Setar, víctima de los políticos
El
problema de fondo es que Setar siempre ha sido caja chica de los políticos
desde su creación. Nos hemos acostumbrado a que los diversos políticos tomen
(literalmente) por asalto la institución como botín de guerra después de una
elección. Eso ha ocurrido con los partidos tradicionales del pasado, de la
misma forma con el MAS, y ahora con UD-A sucedió exactamente lo mismo, muy a
pesar que en tiempos de campaña juraron y rejuraron que las cosas sería
diferente. El patrimonialismo es una tara/vicio que todavía arrastramos en su
integridad desde la Colonia, y la Colonia trajo del Feudalismo.
Recuerden
ustedes que los candidatos de UD-A criticaron ácidamente el manejo patrimonial,
descarado y cínico que hicieron de la empresa los masistas en la gestión de
Lino Condori. Que paradójica que es la vida; ahora los que manosearon a gusto y
sabor la empresa (los masistas), son los que cuestionan a los de UD-A que hacen
lo mismo que ellos. Las actitudes son exactamente las mismas, sólo que los
actores cambian de acuerdo a las circunstancias políticas, y el usuario sigue
siendo la víctima.
El patrimonialismo como eje de
dominación
Max
Weber, es uno de mis filósofos favoritos, y él escribió sobre el patrimonialismo
como una forma de dominación tradicional. Inicialmente se centró en las
estructuras familiares, especialmente en la autoridad de los padres dentro de
las familias, es decir, en el patriarcado. Para Weber, las monarquías
patrimoniales y formas similares de gobierno eran proyecciones del patriarcado
(la regla del padre dentro de la familia) sobre un conjunto más amplio de
relaciones sociales. Se ha heredado del feudalismo, y se ha trasladado a la
Colonia, y de ésta hasta nuestros días.
El
patrimonialismo es la confusión que hace el político de los bienes del Estado
con el privado, y el haber ganado la elección (cree él) le da el derecho a
disponer del mismo como si fuera de su propiedad privada. Por eso es que cuando
un partido político gana una elección, literalmente hace la toma física de la entidad
que cree que le corresponde y la maneja como patrimonio del parido durante el
tiempo que dura la gestión. Viene el otro partido, y hace exactamente lo mismo.
Este
tipo de conducta debe acabar definitivamente, porque no es correcto que un bien
público sea operado como si fuera partidario y de propiedad del jefe político.
Los bienes públicos son del Estado. Y el Estado somos todos, es decir, pertenece
a todos. De nada sirven las leyes, si el partido desde los jerarcas ordena su
uso de esa manera.
Ha
pasado con los partidos tradicionales, y ha ocurrido exactamente lo mismo con
el MAS en la actualidad, por lo que es un mal endémico en todos los partido que
debe ser extirpado. Los partidos y los caudillos usan las entidades como
instancias de dominación porque les sirve para reproducirse políticamente. Usan
las planillas de la empresa para financiar las operaciones políticas. Por ello
tenemos a activistas políticos con jugosos sueldos pagados con recursos de la
población que realizan actividades partidarias, usando la logística de las
entidades públicas. Eso es un delito, pero como todos los partidos tienen la
misma conducta, se hacen de la vista gorda.
Este
tipo de prácticas es impulsado por el caudillismo, patrimonialismo, defectos y
vicios de la política y la democracia. (En otra columna voy a explicar este
tema)
El
MAS ha resultado el partido más descarado que su predecesores, y los actuales,
más sinvergüenzas que los masistas. En el caso de Setar Yacuiba, la planilla se
ha inflado de manera tal que había funcionarios en el pasillo, porque las oficinas
o alcanzaban. Los que terminan pagando las abultadas planillas, son los usuarios.
Recuerden
ustedes que el actual gerente al inicio de su gestión, reveló que encontraba
una empresa en la que había 8 funcionarios administrativos de 10, revelando que
solo 2 eran técnicos. Además dijo que encontró una serie de irregularidades,
que curiosamente quedaron en mero anuncio. Nunca más el gerente hizo referencia
a esos detalles que ha revelado cuando asumió la gerencia. Ahí está el problema
mayor del pésimo servicio que presta la empresa, muchos administrativos y
poquísimos técnicos (especializados en electricidad). La gran mayoría de la
personas ingresa o sale de la empresa por criterios políticos partidarios, sin
tomar en cuenta para nada la capacidad o entrenamiento. Ay mucha inestabilidad
laboral, porque cada vez están cambiando gerente de acuerdo al capricho del político
y cada vez que hay elecciones se producen cambio importantes.
Se
nos ha hecho normal este tipo de situación, a tal grado que los políticos que
tomaban como botín justificaban la ocupación justificando que ganaron las elecciones,
y los ciudadanos aceptamos resignados como si fuera normal tal irregularidad
tamaño sideral. Se ha distorsionado la política, se ha degradado a este nivel,
y por ello debemos recuperar el rol de la política en el bien común.
¿Qué debemos hacer?
Esta
es una buena pregunta. Creo que para salvar la empresa, hay que tomar
decisiones política importantes. Sé que habrá resistencia, porque la empresa se
ha convertido en fuente de alimentación de los caudillos y partidos políticos
para las operaciones políticas y el clientelismo. Si Yacuiba espera convertirse
en un polo de desarrollo industrial, este es uno de los primero temas que hay
que resolver, porque la energía eléctrica es muy importante para el desarrollo
económico.
Hace
tiempo (en otra columna) he propuesto un Gran Encuentro de Diálogo y Concertación
(lo ideal es que sea) regional, pero como estamos divididos como región,
planteo que en primera instancia se habilite un escenario local/municipal en el
que participen las principales entidades políticas del Estado, sociedad civil,
control social, empresarios, corporaciones, y otras, en el que en base a una
metodología previamente aprobada, se debata el tema del servicio de la energía
eléctrica de manera integral y técnica. Aunque considero que este tipo de
mecanismo de diálogo y concertación debe servir para analizar y evaluar todos los
servicios básicos en Yacuiba, sin embargo por la urgencia se requiere priorizar
este tema. Es necesario contar con una metodología clara, para que esta
iniciativa no se extravíe de su naturaleza y su objetivo. Con el objeto de
tener propuestas técnicas, se debería invitar a técnicos de la CRE, o de otras
empresas exitosas, para que brinden información técnica y sus opiniones sobre el
asunto. Además de los técnicos de la Autoridad de Fiscalización y Control
Social de Electricidad – AE.
¿Quién
convoca? Veamos algunas opciones.
La Asamblea Regional
Debería
ser la Asamblea Regional la que genere esta iniciativa, por ser la única
entidad regional, y además porque está entre sus competencias, pero lamentablemente
esta institución ha perdido (si es que alguna vez tuvo) el liderazgo en la
Región. Desde su creación, lamentablemente nunca ha podido funcionar como una
entidad que aglutine la región del Chaco, como tampoco ha liderado los asuntos
importantes de la Región. Su papel se ha reducido a hacer el papel de decorado
del escenario.
No
tiene presencia, y lo más grave, es ilegítima, postiza. La Asamblea Regional ha
perdido utilidad en relación al proceso de la autonomía regional, por lo tanto
de otros temas importantes. La región esta huérfana de una entidad que
administre la fuerza reivindicativa histórica que se encuentra intacta.
Es
decir, no tiene capacidad de convocatoria, por lo que es difícil que la misma
contribuya positivamente a que se resuelva de fondo el problema. Lo ideal es
que sea esta entidad la que patrocine el Encuentro, por tratarse de una
instancia colectiva que cobija en su seno a representantes de los tres municipios
y los pueblos indígenas, pero lamentablemente no tiene las condiciones.
El Ejecutivo Regional
El
ejecutivo regional transitorio José Quecaña es la otra opción, sin embargo esta
autoridad ha demostrado sobradamente carecer de capacidad gerencial, está
entretenido en organizar festivales y ferias y hacer condecoraciones. La peor
desgracia del Chaco ha sido tener muchos recursos y líderes pobres de ideas,
incapaces, incompetentes, inútiles, y sin compromiso. Quecaña desde que asumió
el cargo de subgobernador y luego como ejecutivo regional transitorio, ha
estado más perdido que Adán en el día de la madre.
El
ejecutivo Quecaña no tiene agenda municipal, mucho menos regional, no ha
logrado siquiera demostrar gobierno en Yacuiba, y ahora que es ejecutivo
regional,
El Comité Cívico
El
Comité Cívico se encuentra al igual que las demás autoridades, completamente deslegitimado
y sin agenda. De la misma forma, desprovisto de legitimidad, sin capacidad de convocatoria
y de influencia. Para los que dicen que el Comité Cívico ha recuperado su poder
con las últimas manifestaciones contra el Código del Sistema Penal, mi análisis
y conclusión es que la ciudadanía cansada de la arbitrariedades y mentiras del
Gobierno, es que ha usado la convocatoria de la entidad cívica, como canal de
salida de la bronca contenida, lo que no significa que haya recuperado el poder
y la legitimidad que poseía en el pasado.
Creo
que al Comité Cívico le falta iniciativas y una nueva estrategia de liderazgo,
y por supuesto una agenda estratégica regional en la que se tomen algunas
acciones, producto de la deliberación colectiva. El Comité Cívico es reactivo a
los acontecimiento, se deja llevar por las circunstancias, cuando lo que
debería hacer es encauzar algunas demandas ciudadanas que se encentra
históricamente irresolutas, como ésta. El Comité Cívico se ha enredado en lo de
la sobrefacturación y los cortes, cuando ese es un problema secundario, el de
fondo es el de la administración.
El Concejo Municipal
De
la misma forma, el Concejo Municipal ha demostrado carecer de iniciativas. Tampoco
tiene una agenda legislativa, y se reduce a cumplir con lo mínimo de su rol para justificar su existencia. Es otra entidad
que se encuentra sin capacidad de convocatoria por su poca legitimidad y
liderazgo. Al margen de algunas excepciones, los concejales no cumplen con su
rol de legisladores, fiscalizadores y gestores.
Supuestamente
el Concejo es el depositario y contenedor de la representatividad de la
sociedad yacuibeña, y en ella se expresa la diversidad de visiones políticas y
sociales de nuestro municipio, pero por la falta de rol, esta entidad no posee
ningún liderazgo en la sociedad yacuibeña.
Considero
que sería muy difícil que el Concejo corone con éxito una iniciativa de
análisis y reflexión sobre los servicios básicos, ya que carece de liderazgo, y
capacidad para administrar este tipo de procesos, en el que requiere liderazgo,
iniciativas, concertación, consensos, capacidad de debate y deliberación, etc.
El Ejecutivo Municipal
Loa
teóricos del municipalismo, resaltan que los municipios tiene su naturaleza posee
tres componente; la atención de los servicios básicos, luego el desarrollo económico
y la integración regional. Por lo que la atención de los servicios básicos
debería ser la prioridad en la agenda de la gestión pública. Lamentablemente se
ha desvirtuado la naturaleza de las municipalidades, pues éstas ha priorizado
otro aspectos de sus competencias, y no los servicios básicos como debiera ser.
En
Yacuiba tenemos muchos problemas con los servicios básicos que son los
servicios elementales; suministro de agua, alcantarillado, electricidad, gas,
servicio telefónico (fijo y móvil), internet, recolección y separación de
basura, vivienda, cementerio, transporte, etc.
El
ejecutivo municipal lamentablemente está entretenido en temas internos que no
le sobra tiempo para priorizar los importantes y estratégicos. No tiene la
talla como para asumir el liderazgo, porque todo este tiempo se ha reducido a atender
asuntos menores.
Justamente
porque es su responsabilidad los servicios básicos, es que la Municipalidad de Yacuiba
debería agenda este servicio que considero estratégico (el de la energía
eléctrica), definiendo un ruta crítica con el fin de buscar entre todos una
salida al problema que sufrimos todos.
Lamentablemente
el Ejecutivo ha politizado demasiado el tema y ha concentrado sus energías y
tiempo a generar espacio de confrontación con el asambleísta Wilman Cardozo
sobre este tema. Se ha tensionado el tema a tal grado que se ha llegado a
insultos inaceptables intercambiado públicamente a través delos medios de
comunicación.
Uno de los problema que sale a la vista es la
deuda que ambas entidades tienen y que hasta la fecha no se ha resuelto
mediante un mecanismo de conciliación, y justamente por la falta de
acercamiento, y el excesivo innecesario
componente político partidario de por medio.
Este
panorama lamentablemente hace que ninguna de las principales instituciones de
Yacuiba, pueda iniciar este proceso con éxito, y terminar el mismo con un
consenso.
¿Qué hacemos?
En
síntesis, en Yacuiba estamos atravesando por algo muy serio, por una crisis de
institucionalidad, por una crisis de legitimidad de muestras autoridades. Este
tipo de realidad produce lo que los sociólogos llaman anomia social.
Aparentemente
estamos obligados a esperar a que las nuevas elecciones produzcan cambios en
nuestra clase política, y que sea ésta la que administre este proceso de
socialización y definición de una ruta crítica.
Al
ser el servicio de energía eléctrica un servicio estratégico, es necesario
asumir procesamientos serios que garanticen resultados favorables. No se va a resolver
con insultos en los medios intercambiado acusaciones y responsabilidades. Aquí hay
que ir al fondo del problema y solo se puede llegar a él a través del diálogo y
la concertación.
Estamos
obligados a esperar las nuevas autoridades (2020) que tengan mejores condiciones
para ejercer mejor la gestión pública. Mi opinión es que si Yacuiba no cambia
de clase política, está condenada a seguir postrada, y prisionera en el fango de
la mediocridad, ineptitud y pequeñez. Pero no se trata de cambiar por otra
clase política, sino de cambiar por una que sea competente, comprometida y
eficiente. Requerimos de una clase que tenga un proyecto de ciudad, un proyecto
de región, y no aventureros que se aprovechan de la circunstancias para subirse
a la cresta de la ola, y caer en cargos importantes, y después la población sufre
las consecuencias. Definitivamente, no se puede esperar buenos resultados de piratas
de la política.
La importancia de la clase política
Hay
que decirlo. Hay una clase política que es responsable de este desastre. Lo que
pasa es que depende del tipo de clase política que tengamos, para garantizar el
futuro de un pueblo. Eso ha sido así aquí y en cualquier parte del mundo. Una clase
política que nos gobierna desde hace más de 20 años y que ha logrado a través
de diversas ingeniosas ardides, reciclarse y prenderse del poder con uñas y
dientes para medrar, y seguir succionando recursos públicos. Esta clase
política es la que le ha sacado mucho beneficio a la circunstancia de bonanza,
porque en este tiempo se han convertido de la noche a la mañana en millonarios y
son los pocos de Yacuiba que se han beneficiado de las vacas gordas.
Hay
que reconocer que en la última elección, hubo algunos cambios de personajes, de figuras, pero lo
triste es que fue un gatopardismo, pues cambiamos para no cambiar nada. Por un
lado los nuevos, son ‘políticos’ ineptos, oportunistas y muchos de ellos sin vocación
de servicio. Están aprovechando el cuarto de hora para sacarle el beneficio al
cargo porque no poseen vocación política, por lo que no les importa
desportillar y deshacer la poca legitimidad que gozan.
Este
es un problema serio. No tener políticos en puestos políticos es un asunto
serio y de preocupación. Para que la política funcione, se requiere de políticos,
pero de políticos de verdad, que sepan administrar el poder público para bien
de las mayorías. Lo que nos ha enseñado esta experiencia, es que muchas veces
el cambio por sí mismo no significa necesariamente que las cosas van a mejorar.
El cambio hace que las cosas cambien, cuando provienen de personas idóneas.
Creo
que a Yacuiba y al Gran Chaco le hace falta que algún político (o grupo de
políticos) desprovisto de pequeñeces y menudencias, con visión de futuro, con
compromiso, y capacidad, decidan tomar
en serio el tema de Setar para cambiarlo profundamente, y no para asaltarlo
como ha sucedido con todos los anteriores partidos, y ahora UD-A.
Setar
requiere llevar de urgencia al quirófano y someterlo a una riesgosa operación
en la que los expertos tomen el control. De lo contrario, vamos a seguir igual.
Todo
este tiempo hemos experimentado que las cosas no cambien nada. ¿Cómo es posible
que una empresa que tiene el monopolio del servicio, sea deficitaria, e
ineficiente. Eso no ocurre en ninguna parte del mundo. Tenemos un pésimo
servicio desde hace 20 años, y pesar de la gran cantidad de recursos que se ha
inyectado a la empresa, las cosas no han cambiado para bien.
Personalmente
estoy convencido que en el Estado no sirve como prestador de servicio, por lo
que considero que es necesario convocar a técnicos especializados que nos
muestren algunas rutas críticas para salir de esta situación definitivamente, haciendo
que la empresa privada se haga cargo del servicio, sin que el Estado (Gobernación)
pierda sus acciones, y su responsabilidad. Para esto se requiere de cierta
legislación, pero sobre todo de voluntad política de los actores principales.
¿Voluntad
política? Eso es lo que va a complicar los buenos deseos. Van a ser los políticos
que se benefician del botín, los que se resistan a rabiar a soltar la caja
chica. Argumentos para evitar que esto suceda, van a ser lanzados por todos
lados, porque para eso son muy creativos y activos.
No
demos permitir que la empresa pase de ser manejada por políticos de la capital
en complicidad con los nuestros, a manos de otros nuestros con las mismas prácticas.
En el fondo de vamos a cambiar nada, lo que se va a cambiar va a ser de políticos
que manosean la empresa.
El
debate de fondo no es la supuesta sobrefacturación, el costo de la energía, los
continuos cortes, sino la despolitización de la empresa, Si creo que es importante
resolver estos problemas que a la población le aflige, pero considero que no
vamos a dar soluciones de fondo si esta empresa continua siendo botín político
delos los políticos.
Hoy
es botín del asambleísta Wilman Cardozo, mañana vendrá otro asambleísta y hará exactamente
lo mismo. Esto debe acabar. De aquí en adelante esta empresa ya no debe ser
botín político. Para los que pensamos que Yacuiba debe convertirse en un polo
de desarrollo industrial, el pésimo servicio que presta la empresa, no va a
contribuir a este propósito. La energía eléctrica es un servicio básico para la
ciudadanía, pero también es el motor de la industria, y para ello debemos
garantizar un buen servicio.
En
una entrevista concedida a Radio Fides de Tarija, el asambleísta Wilman Cardozo
le ha confesado a Julio Cesar Fernández que él es el que tiene como cuota de
Gobierno la empresa Setar. Inmediatamente de reconocer a justificando afirmando
que siempre ha sido así, y que el forma parte de la alianza con Adrián Oliva
por lo que es responsable del gobierno. Considero que no era malo que él tenga
como parte
Cardozo
hace poco en Radio Popular ha negado las acusaciones de que sea él quién
controla todo lo que pasa en Setar, aunque siempre de manera indisimulada aboga
por la empresa. Señaló que no trabaja en la empresa y que ésta tiene su
gerente. Un verdadera insulto a la inteligencia popular.
Insisto.
Lo que se debe buscar es generar condiciones para que la intervención de los políticos
en la empresa sea lo más mínimo posible, y se otorgue facultades a la iniciativa privada para que resuelva
en base a mecanismo de medición de calidad con estándares internacionales. (Yacuiba
23/01/18)