miércoles, 21 de julio de 2010

LOS ASAMBLEÍSTA

Esteban Farfán Romero
E-Mail: farfan2007@gmail.com

Como resultado de las torpezas/desaciertos de los asambleístas (departamentales y regionales) es que de manera estrepitosa y rápida se ha desplomado toda la carga de buena expectativa que existía sobre su (potencial) labor. Fueron varias las acciones (ineptas) que han hecho que la población (tarijeña/chaqueña) poco a poco ahora mire con recelo/desconfianza/susceptibilidad las (nuevas) funciones de esta (deseable) importante entidad. Aunque es muy temprano hacer un juicio de valor objetivo porque todavía no ha comenzado a desplegar todas las acciones que tiene pendiente, sin embargo se puede evidenciar que detrás de los slogans/clichés de campaña de muchos de los asambleísta actuales, se encontraba muy bien disfrazada la angurria/codicia/voracidad por los recursos públicos, la adicción que algunos sientes por las pegas fáciles (sin esfuerzo) y jugosas, porque sin ponerse colorados se fijaron el salario más alto (en relación a las demás ocho asambleas) del país.

Cuando estuvieron en campaña se desgañitaron argumentando que la única motivación que les lleva a pretender formar parte de las asambleas, era su vocación de servicio y amor a la región, pero una vez asidos del cargo, relució la verdadera intención/objetivo. Especialmente los asambleístas masistas pasaron por alto aquel precepto cansino (demagogo) del Presidente sobre la austeridad.

Hay que tomar en cuenta que la realidad económica del país es de pobreza y de extrema pobreza en términos mayoritarios, eso significa que un salario de este tipo se convierte en inalcanzable para la mayoría y perverso que unos cuantos con el argumento que fueron elegidos sean, se autoasignen semejantes emolumentos jugosos. Es una ofensa grotesca en un país pobre y deprimido como el nuestro.

Lo que más llama la atención es que la mayoría de los que componen la Asamblea Departamental Regional son personas de extracción popular y su nivel de vida ha sido de austeridad y limitaciones económicas, por lo que no se entiende cómo es que ahora de pronto buscan justificar –incluso- que aún esa cantidad no es suficiente para sobrevivir. Esta es una prueba, que lo de la supuesta “vocación de servicio” era sólo verso para conseguir el voto, que en realidad el objetivo era (como en el pasado inmediato) buscar un espacio en la función pública para salir de pobre.

Hay un asambleísta chaqueño que ha cambiado de camiseta política como cambiarse de calcetines y ha negado su posición política (pasada) por conveniencia personal, y en el pasado gracias a la función pública ha adquirido una serie de suntuosos bienes de origen inexplicables, ahora se ha convertido en el defensor/justificador a capa y espada de los jugosos salarios. Uno de los argumentos caseros esgrimidos con vitalidad es que fueron elegidos por el pueblo. Como si el efecto del voto, se interpretaría como una credencial para clavarle las uñas a los recursos públicos. ¿De dónde se inventaron semejante patrañas y argucias? ¿Acaso no es una función de servicio? ¿Acaso no fueron elegidos para cumplir una misión de esfuerzo, trabajo y desprendimiento en favor del pueblo?

La cantidad monetaria que pretenden ganar los asambleístas es privilegio de un grupo reducido/privilegiado en Bolivia. Con esa cantidad, una familia regular, asegura su futuro por varios años. No es posible que actúen de manera descarada/insolente y ofendan al pueblo que se encuentra en la miseria y pobreza con incertidumbre. Sin embargo, la protesta callejera/mediática de grupos vulnerables es hipócrita, porque son ellos mismos los que eligieron a personas de extracción popular y que ahora asidos de las bancas, quieren “aprovechar la oportunidad”.

La calidad/capacidad/condiciones de los “elegidos” no coincide mínimamente con el monto del salario. Muchos de ellos (casi todos), no tienen ninguna condición (formación/capacidad/experiencia) para realizar un trabajo de legislación, fiscalización y gestión en beneficio de sus pueblos. Han demostrado, que así como en la asamblea plurinacional, se limitan sólo a realizar el trabajo de hacer quórum y las leyes pasan a ser aprobadas mecánicamente sin debate y análisis cumpliendo órdenes del frente. Sólo un grupo muy reducido de tecnócratas vestidos de políticos manejan los hilos del poder, mientras la gran mayoría masistas, está limitada a levantar la mano y garantizar el quórum, Por ese trabajo, reciben un buen salario. Exactamente lo mismo está sucediendo en nuestras asambleas.

En el caso de la Asamblea Regional, el extravío llega a tal grado que las “decisiones” están supeditados únicamente a las órdenes del asambleísta plurinacional Willman Cardozo. Mientras no exista una orden expresa de Cardozo no hay ningún tipo de “deliberación” y “decisión”.
La calidad de los miembros de las asambleas, nos está indicando que el trabajo de las mismas será pobre o muy pobre, es decir funcional a los designios del partido/líder que controla la misma teniendo una conducta rebañega. El uso de estas instancias serán solo para los usos políticos partidarios, y no así de legislación, fiscalización y gestión.

Pero debemos reconocer/respetar que ha sido el pueblo el que ha elegido a estas personas para que realicen estas delicadas funciones y ha juzgado que son las más idóneas para la realización de dichas tareas. Pero también el pueblo, no debe esperar resultados óptimos de estas asambleas. Porque sus miembros en su gran mayoría, no son personas calificadas. No tenemos derechos a quejarnos/reclamar/protestar después por su ineficiencia y torpezas. No hay derecho a quejarnos.

Sin embargo, el que hayan sido elegidos por el pueblo no significa que tiene carta libre para auto fijarse salarios jugosos. Es una distorsión grotesca de la política, usar como argumento el voto, para justificar sacarle la mayor tajada a los recursos públicos en beneficio propio. Es sencillamente perverso y aberrante. Es la degeneración de la política que ciertas personas usan muy bien el discurso demagógico para beneficio propio. (Yacuiba 25/06/10)

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