EL DEDO EN LA LLAGA
Maneados en su propia
ineficiencia y soberbia
Por: Esteban Farfán
Romero
Twitter: @EstebanFarfanR
E-Mail: farfan2007@gmail.com
Yacuiba –
Gran Chaco
La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. San Agustín |
"La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad."
Nicolás Maquiavelo
Han
pasado casi nueve (9) meses desde que en Yacuiba ha sucedido una lamentable
desgracia en el mercado Campesino, que por circunstancias que hasta la fecha no
se han aclarado/establecido la razones, se ha producido un accidente que ha
generado grandes pérdidas materiales, desalojando a los locatarios de sus
puestos. Desde esa fecha, realizan sus actividades comerciales en las calle
adyacentes.
La
Municipalidad de Yacuiba, desde el primer momento ha demostrado mucha
ineficiencia institucional y política en la administración de esta crisis. Ausencia
total de habilidad política para encarar este tipo de circunstancias. Tomo como
referencia este contexto, porque ha sido en el que mas expusieron la impericia,
ineptitud y necedad.
Lamentablemente,
por un lado el Gobierno Municipal no cuenta con profesionales de la política y/o
funcionarios especializados en la administración y conducción de crisis; y por otra parte, existe un nivel alto de improvisación
y desorden que no permite actuar de manera responsable, planificada y efectiva
cuando se presentan este tipo de situaciones. El problema de fondo es que desde
arriba se ignora los entresijos de la gestión pública y esto complica mucho la
administración.
Todas
las organizaciones (públicas y privadas) serias, cuentan con un comité de
crisis especializado/capacitado que actúa profesionalmente en base a un plan de
manera oportuna y pronta cuando se presentan circunstancias dificultosas y de
emergencia no previstas. Este tipo de organización es clave, para salir airosos
de realidades anormales y no anticipadas.
A
mi juicio, una decisión totalmente errática, fue la que optar por una actitud
de alentar de manera permanente la confrontación y la reyerta sin objetivos
claros (en política, a veces es necesario provocar conflictos con el fin de
obtener algunos resultados que provoquen/apuren la solución de las crisis).
Hay
que entender la gestión pública como lo que yo llamo el “equilibrio de la
contención de la legitimidad primaria”. La municipalidad no ha logrado entender
(a pesar de los grandes esfuerzos realizados) que la gestión pública es un juego
de poder y de equilibrios de los que conoce
en ciencias políticas como la correlación de fuerzas, que busca, a través de
estrategias, el control del escurridizo ‘consenso político’.
Considero
que el error capital cometido fue hacer que el alcalde se convierta en parte
del problema, y no de la solución. Se los ha expuesto demasiado (innecesariamente)
ante el problema, y se lo ha colocado el medio del ojo de la tormenta con las
consecuencia que ya conocemos.
De
forman permanente, he recomendado que se debe tener mucho cuidado, como el cirujano
con el bisturí en el quirófano, cuando se presentan conflictos de intereses
políticos partidarios, y más aun cuando hay fogoneros detrás de la parte que
torpedea.
Hay
que entender que la política es la administración del conflicto, porque las
facciones de la composición de una sociedad tiene diversos intereses, y el choque
de éstos producen conflictos. La política se ha creado justamente para ocuparse
de regular estas crisis, y evitar la violencia desbordada.
En
el caso de la crisis del mercado Campesino, sin duda que inmediatamente se ha presentado
un alentador oficioso que constantemente alimentaba con abundante combustible
para que el fuego sea mayor, y no cese por buen tiempo. El objetivo, generar
desgaste político en el alcalde.
Por
el otro lado, desde la Municipalidad, hacían lo propio, disponiendo de galones
de gasolina creyendo equivocadamente que al generar más incendio, iban a quemar
al provocador. Justamente el revés. Como no ha existido un plan de crisis, los
ejecutivos del Gobierno Municipal, fácilmente ha caído en la estrategia del asambleísta
Wilman Cardozo
Varias veces les he recomendado que no se debe
confrontar con el otro en el escenario en el que el otro es experto. Sun Tzu
aconseja que cuando estás en desventaja en un terreno determinado, es mejor
buscar otras opciones. “Evite la fortaleza y ataque la debilidad”, dice el
estratega chino.
Cardozo
es experto en la confrontación, por lo que es suicida darle pelea en ese
terreno que domina muy bien. Hay otros flancos en los que es muy frágil, y es
ahí, donde se debe dar el golpe certero.
El
alcalde ha decidido dar pelea en el terreno que su adversario domina muy bien,
y como es lógico salió perdiendo. Errática decisión.
Unos de los grandes problemas que tiene el alcalde de
Yacuiba es su carácter/personalidad temperamental, y por lo tanto su soberbia.
Bueno, en realidad, todos somos soberbios, es parte de nuestra naturaleza, pero
en este caso, el problema es que él no ha logrado controlar ese instinto.
Volviendo otra vez al sabio Sun Tzu, dice: “Si conoces al enemigo y a
ti mismo, no debes temer el resultado a un ciento de batallas.” Y añade: “Nunca
se debe atacar por cólera y con prisas. Es aconsejable tomarse tiempo en la
planificación y coordinación del plan.”
Napoleón decía que el general más vulnerable es el
temperamental y el de doble ánimo. Por otro lado, en la Biblia hay un pasaje muy
interesante que me gusta mucho tomar como referencia. Timoteo es un joven discípulo
de Pablo, y éste le escribe una carta y le dice que hay tres condiciones para
ser fuerte, y uno de ellos es del autocontrol. “Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo
1:7).
Una
autoridad/persona que no tiene autogobierno, difícilmente va a poder
gobernar/dirigir a otros. Mas aun cuando ésta se deja gobernar por las
emociones, y la mas fatal de las emociones reptilianas (primitivas,
instintivas), es la soberbia. Es por eso que los estrategias aconsejan que
condición sine qua non para tener
éxito, es conocerse a uno mismo primero y hacerse una especie de FODA/FLOP, en
el que se revele las aspectos débiles y fuertes de cada uno. Este escrutinio es
muy importante para los líderes y su entorno, porque determina las condiciones.
El dragón de fuego que
devora
La soberbia es la altivez
y apetito desordenado que posee una persona de ser preferido a otros. Es un
sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás. La Real
Academia establece como cuarta acepción de soberbia como cólera e ira
expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.
En
términos negativos la soberbia es una actitud orgullosa que caracteriza a
aquellas personas envanecidas de si mismas. Genéricamente se la define como la
sobrevaloración del yo respecto a los otros.
La
soberbia incita a la persona a valorarse demasiado, enorgulleciéndose y
creyéndose capaz de hacer cualquier cosa por encima de los demás. Esta idea
deriva directamente en que el soberbio ponga en detrimento a las demás
personas, debido a que piensa que sus capacidades o que su valor no se
equiparan al suyo, por lo que se lo considera arrogante.
Es
considerado por la teología católica uno de los siete pecados capitales. La
Biblia dice que el soberbio “ultraja a Jehová” (Números 15:30). Dios no escucha
a los soberbios (Job 35:12). El que dice ser cristiano debe aborrecer la
soberbia y la arrogancia (Proverbios 8:13).
El
gran Salomón dice que cuando alguien actúa con soberbia es necio y será
deshonrado (Proverbios 11:2). El soberbio es considerado por Dios como necio (Proverbios
14:3). La soberbia es engañosa (Jeremías 49:16) y siempre abate a hombre que la
posee (Proverbios 29:23).
La
soberbia engaña al poseedor (Abdías 1:3) porque crea una falsa sensación de
grandeza. Contamina al buen hombre (Marcos 7:22-23). Recuerdo muy bien que mi
abuelo siempre me repetía esta frase “no seáis sabios en vuestra propia opinión”
(Romanos 12:16), no sabia que era una referencia bíblica.
Dios
mira de lejos al altivo (Salmos 138:6). Será Dios el que haga cesar la
arrogancia de los arrogantes (Isaías 3:11). Hay que recordar que el Lucero de
la Mañana cayó, porque su corazón se ha ensoberbecido (Isaías 14:13).
Hago
mención estas referencias bíblicas, porque
como cristiano creo mucho en la Biblia y considero que podemos extraer
muchas lecciones de vida muy importantes de ella. El cementerio político esta
lleno de poderosos que cayeron en desgracia porque se dejaron poseer y dominar por
la soberbia.
Una
de las frecuentes y recurrentes debilidades que existen en nuestros líderes políticos
es la altivez. Lo más graves es que hacen gala de ello, y cada vez hinchan más el
corazón.
Este
tipo de actitud primitiva e instintiva animal descontrolada no les permite
gobernar bien, porque viven una irrealidad, una fantasía que les obnubila.
Excesiva politización del
asunto
Volviendo
el tema del mercado Campesino, el alcalde ha permitido la politización excesiva
y descontrolada del asunto, incorporando a un tercero en la disputa y dándole
el protagonismo que no le correspondía. Lo que debería hacer el burgomaestre es
anular de cuajo la intención de Cardozo de formar parte del conflicto. Para
ello, había varias acciones que ponían freno seco a sus intenciones.
El
alcalde fácilmente cayó en el juego del asambleísta, primero el incorporarlo
como parte del asunto, y segundo al establecerlo como vocero del problema.
Grave error. Desde ahí, con la habilidad que le caracteriza al viejo político,
éste se movió a sus anchas moviendo la agenda a sus antojo.
Varias
veces se le ha recomendado que no se debe jugar en el terreno en el que el
asambleísta domina, la confrontación y la violencia. Cardozo ha hecho carrera
política montado en la violencia y la confrontación, y no sabe hacer política
de otra forma, por lo que es difícil combatirlo en ese terreno.
Desde
ese momento, fue Cardozo el que manejó la agenda del conflicto y definió la
intensidad y amplitud de acuerdo a sus intereses. Lo más grave, es que lo hacia
sin nada en la mano, sólo con el uso de la palabra hueca. El alcalde, muy
fácilmente mordió el anzuelo.
La
ciencia política, dice que cuando una autoridades/persona se convierte en
soberbio, es porque ha perdido autoridad, y pierde autoridad porque dilapida
legitimidad. Un signo de la pérdida de la autoridad, es el descontrol, el uso
de la violencia rebosada, la amenaza, la coacción, la hostilidad para conseguir
lealtad. La autoridad/lealtad no se impone, se gana, se acumula, se seduce.
Para
los políticos soberbios y arrogantes, les recomiendo leer en la Biblia, la vida
de Nabucodonosor rey de Babilonia (Daniel). El fin siempre es desastroso y
calamitoso.
Como
consecuencia de la soberbia, la actual autoridad municipal está muy cuestionada.
Y la disconformidad/desagrado no sólo es externa, sino penosamente es interna.
La gran mayoría acompañan la gestión por necesidad o conveniencia, que por
convicción o lealtad a la autoridad o a un proyecto político. En gestión
pública, el capital indispensable para el éxito es la adhesión, la lealtad a una
visión y proyecto político, por lo tanto al líder. Este tipo de adhesión no se
da con la punta de la bota de la violencia, sino con la seducción y
fidelización. Cuántas veces hemos hablado sobre este tema en reuniones de la
mesa chica (del circulo rojo), que ya parecía loro de tanto repetir.
He
aprendido que un gobernante debe cuidar la legitimidad como un tesoro, como un
capital indispensable para ejercer autoridad y el poder. Porque si se pierde el
consenso político, se debilita y se cae. Hay un libro de Mario Riorda que
aborda este tema con mucho profundidad relacionada a nuestra realidad
latinoamericana, pues Weber lo hace (con mayor propiedad filosófica) desde un
idealismo británico inexistentes en nuestro entorno, en cuando a desarrollo
institucional.
Por
ello los estrategas políticos diseñan, definen acciones que buscan ampliar el
espacio de consenso público con el fin de tener mayores áreas de desplazamiento
del gobernante.
La resbaladiza legitimidad
Entiendo
como legitimidad como la capacidad que un poder/gobernante posee para obtener
obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la
fuerza, de tal forma es legítimo si existe un consenso entre los miembros de la
comunidad política para aceptar la autoridad vigente. Weber identifica tres
tipos de legitimidad, y estos tres deben estar interrelacionados y equilibradas
para que funcione, porque éstas se complementan/alimentan.
Cuando
se recomienda a los gobernantes cuidar la legitimidad, la actual administración
municipal de Yacuiba hace esfuerzos por perforar la misma sin contemplación. A
este tipo de situación llamo deflación del poder.
Alientan
la confrontación y la violencia de manera permanente y premeditada. Da la impresión
que les reporta placer la generación de la violencia y la confrontación. Claro
que en algunas circunstancias, la violencia es necesaria para la resolución del
problemas, pero no todo el tiempo.
Lo
peligroso es que de manera errática desde dentro se alientan todos los días la
confrontación de forma directa a través de todos los medios posibles y de los que
disponen, y lo más complicado es que es el mismo alcalde el que se introduce mortalmente
en el ojo de la tormenta de manera suicida, cuando lo que se debe hacer es
proteger su investidura de estas esquirlas.
Siempre
he recomendado que la máxima autoridad debe ser preservada por sobre todo, y
debe ser el último recursos extremo, y no el primero, ni el segundo. Para ello
se deben disponer de fusibles oportunos.
Una de las lamentables e infortunadas actitudes y que
me ha causado mucha tristeza, es en la que el alcalde se burle del apellido de una
dirigente y sobre todo mujer. Siempre he recomendado que en este tiempo la
mujer goza de cierta areola de exención y se debe tener mucho cuidado afectarla.
Es un disparo en el pie atacar de esta manera. Es una ofensa grave, porque se afecta
lo intimo. El
nombre es nuestra primera seña de identidad, aquello que nos identifica y nos
da entidad , por eso su importancia y fragilidad. Ya se tuvieron malas
experiencias atacando frontalmente a mueres, y no aprenden de los errores.
En
otra ocasión, el alcalde de manera muy impropia reveló un secreto profesional
de un excliente de cuando era su abogado defensor, con el fin de dañarlo. Esta
conducta lamentables del alcalde ha sido muy cuestionada y entredicha, y
erosiona irremediablemente su estropeada legitimidad. Los últimos estudios
revelan que e encuentra en número rojo en materia de aceptación, muy a pesar de
una gestión administrativa regular.
El
alcalde tiene un posicionamiento en el imaginario colectivo de Yacuiba de
soberbio, arrogante, autoritario, abusivo, y lo que me llama la atención es que
él y su entorno próximo, hace todos los esfuerzos por remarcar/resaltar esa
percepción. Según los estudios a los que tuve acceso, la clase media ha llegado
hasta desprecio, y eso es peligroso, porque es este segmento el que define la
tendencia por su capacidad de reproducción y comunicación en masa.
Lo
que me llama la atención es que la actual administración municipal tiene muchas
condiciones favorables, que si sabrían usar la gestión pública de manera
profesional, obtendrían resultados muy favorables. Tienen al Gobierno Nacional como
aliado, y lamentablemente han demostrado tener muy pocas condiciones/habilidades
para obtener beneficios políticos de esa importante alianza. No hacen gestión
política ante el Gobierno para reproducirse, y desaprovechan una oportunidad de
oro que podría salvarles de la hoguera que se aproxima (diciembre).
Creo
que mientras el Gobierno Municipal de Yacuiba no establezca un Plan de Gobierno
que defina una visión, un norte, un derrotero político, no va a salir del pozo
en el que se encuentra. La actual municipalidad se ha reducido a solamente
administrar, y no gobernar. Hay una gran diferencia conceptual y prescriptiva entre
administrar y gobernar (dejare para otra columna la explicación de estos dos
conceptos importantes), que es muy importante entender en el desarrollo exitoso
de la gestión pública. (Yacuiba, 09 de julio de 2017).
POST SCRIPTUM: Muy importante. Con objeto
de evitar efectos y perjuicios ulteriores a terceros, cuartos y quintos, quiero
dejar claramente establecido que ésta es una opinión estricta y literalmente personal,
personalísima, intimísima, y exclusivísima. No representa la posición
institucional de ninguna entidad estatal, como tampoco de ninguna organización corporativa,
ni de ninguna otro tipo organización o grupo de personas, ni siquiera de mi
familia, por lo que hago conocer a las censores oficiosos, acosadores, extorsionadores,
chantajistas y persecutores políticos que la posición de ésta y todas las columnas
(incluyendo las anteriores), publicaciones en mi blogs personal, cuentas de
redes sociales, declaraciones a los medios de comunicación, y conversación entre
mis amigos, conocidos, compañeros de trabajo y otras personas, es responsabilidad única,
exclusiva y rigurosamente mía. Solo mía.
Hago esta aclaración ante el permanente y constante
acoso del que son objetos personas que tienen relación directa e indirecta con
el suscrito.
Quiero recordarles que el gran Napoleón Bonaparte les
reveló muchas veces a sus generales, que temía más a la pluma de los escritores,
que a los cañones de los enemigos. (Esteban Farfán Romero).
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