viernes, 7 de noviembre de 2014

Autonomía Regional: ¿Qué hacemos?

El dedo en la llaga | ESTEBAN FARFÁN ROMERO
Autonomía Regional: ¿Qué hacemos?
ESTEBAN FARFÁN ROMERO
Twitter: @EstebanFarfanR

El 2009 contra la corriente, fije una posición clara respecto a la autonomía regional. Sólo con la referencia vaga y generalistas en la flamante Constitución, dije que la autonomía regional era una estafa, una mentira de proporciones fabricada por un grupo de viejos políticos mañudos que se resistían al dejar el poder. Un estafa porque no coincidía con el relato público de la élite chaqueña y que no respondía a la aspiración añeja del Chaco.
Muy bien asesorados por expertos en asuntos políticos estratégicos del Gobierno, deciden levantar la bandera de la autonomía regional introducida en la Constitución, abandonando rápidamente su creación en el Estatuto Departamental, bautizada por ellos mismos como autonomía provincial establecida en el Libro V. Con argumentos escuálidos y esqueléticos pretendieron justificar su cambio de dirección oportunista.
Ante el fenómeno arrollador  del MAS, los políticos del Chaco que el 2009 quedaron sin partidos, se rejuntaron para tomar decisiones conjuntas con el fin de sobrevivir y prenderse del poder. Decidieron implementar la autonomía regional, sobredimensionando la consistencia de la misma con el fin de impactar en la sociedad chaqueña sedienta de autonomía.
Lo curioso es que los políticos se han reunido para consensuar un salvataje político que les permita continuar aferrados del poder, pero no para resolver los problemas de la gente de manera conjunta. Nunca hubo una iniciativa agrupada para encarar los problemas irresueltos como la salud, el  agua, desarrollo productivo, seguridad ciudadana, empleo, educación, rio Pilcomayo, etc.
El Chaco tiene la mala suerte de tener una élite política mediocre, torpe, sin visión, sin compromiso y sobre todo rapaz. Da la impresión que todos tienen como único objetivo usar los espacios de poder público para enriquecerse de manera acelerada. Usan proyectos faraónicos para sacarle ventaja económica quedándose con gran parte de los recursos económicos de los mismos. Obras con sobreprecio, de mala calidad e inútiles son las características principales del Chaco.  
Desde el 2009, hemos mantenido una posición coherente sobre el tema de la autonomía regional. Con personalidad y firmeza hemos denunciado que la misma era un caballo de Troya. Mantuvimos firme nuestra posición, ante el enorme aparato político arrollador y mayoritario que se puso en marcha con  muchísimo dinero.
Como era previsible, el éxito en el referéndum fue aplastante el 2009, porque la población del Chaco desde hace muchos años ansía una autonomía de verdad. El problema de fondo es que la autonomía regional era una caricatura de la autonomía que se expresaban en los discursos. Wilman Cardozo se hizo de la diputación montado en ese discurso. Aprovecharon muy bien la fuerza originada con el referéndum para ocupar la mayor cantidad de espacios públicos en el Chaco.
Han pasado casi 5 años de aquella aventura, y ahora nadie quiere hablar de autonomía regional. Es más, la autonomía regional se ha convertido en estiércol que nadie quiere agarrar. Hace cinco años, retóricamente la autonomía regional resolvía todos los problemas del Chaco, en la actualidad los políticos le piden a los periodistas que no le hagan ningún tipo de preguntas o referencias a la autonomía regional porque hiede y contamina.
La Gran Estafa
Después de casi 5 años no tenemos estatuto y se han gastado más de 60 Millones de Bolivianos de las regalías sin ningún resultado. Lo que si ha ocurrido es que los asambleístas regionales se han dado una vida de jeques con todos los lujos y comodidades. Jugosos salarios, vehículos, secretarias, asesores, oficinas, viajes al interior y exterior, jugosas coimas por los proyectos como ha denunciando el diputado Wilman Cardozo, etc.
Los asambleístas han elaborado un estatuto trucho, antiyacuibeño, antiautonomista y antichaqueño. Un estatuto que desune, que divide la región del Chaco y que lo hace vulnerbale, además de alentar el despilfarro y el derroche de los recursos. Que debilita, que le quita potencia el 45%, que imposibilita resolver los problemas históricos de fondo. Para justificar su mediocridad y medio pelo, dijeron que no se pudo porque había reivindicaciones localistas, cuando fueron ellos los que alentaron las mismas con sus torpezas.
Han enviado un documento bodrio al Tribunal Constitucional y el mismo después de más de un año ha devuelto el mismo con observaciones que resuelven el problema de fondo. Casi al filo del término de gestión, los asambleístas muy preocupados intentan hacer las correcciones para devolver el mismo al Tribunal y justificar su paso por la Asamblea. Buscan ser candidatos y tener en mano algo que mostrar para volver a ocupar espacios públicos mediante elección.
El problema no es que se cumplan los procedimiento y tengamos un documento listo para someter al referéndum aprobatorio. El problema de fondo es su contenido que no permite cumplir el objetivo de la autonomía, que es usar el poder público para resolver los problemas históricos del Chaco. La autonomía no es el fin, es sólo un instrumento. Los actuales asambleísta han confundido el fin con el medio.
En estos casi cinco años, los asambleístas usaron el poder para hacer buenos negocios y amasar fortunas de manera ilícita a través de la extorsión, cohecho y el chantaje. Han formado una red de extorsión comandada por su presidente que aseguraba el pago de peaje para la aprobación de todos los proyectos del Chaco.
Se ha demostrado en la realidad que la autonomía regional no es tal, por su inconsistencia. Toda autonomía de verdad tiene cualidad legislativa, gubernativa, recursos propios y competencias propias. La autonomía regional no tiene ninguna de ellas.
Lo que nosotros advertimos en su momento (2009), se ha cumplido al pie de la letra para desgracia del Chaco. En poco tiempo se ha quitado el velo y estamos ante una realidad triste y desgraciada para el Chaco. La autonomía regional ha servido para el despilfarro y derroche de las regalías, generando nuevos ricos.
Debo reiterar que la autonomía regional no es mala en si misma. Lo que dije es que no es la autonomía que nos han presentado en el discurso el 2009 y 2010. La autonomía regional ha funcionado en muchos países que la han aplicado, y estoy seguro que perfectamente puede funcionar en el Chaco por sus características. Sin duda que se puede implementar, si es que se asume el reto con responsabilidad y seriedad.
¿Qué debemos hacer?
Unos de los errores grandes de la élite política del Chaco ha sido actuar con desprecio al momento de escoger a los cuadros para la implementación de la autonomía regional. Han sentado en los curules a personas improvisados, incompetentes, mediocres, ineptos, y necios, cuando lo que deberían hacer en enviar a ocupar estos espacios a personas con condiciones de hacer andar la autonomía. En el Chaco, hay muchos elementos muy buenos, de mucha calidad, pero por alguna razón que desconozco, a la asamblea regional enviaron lo peor. El resultado ineludible, el sonoro fracaso.
En esta elección, debemos escoger a los mejores cuadros que tenemos eligiendo con mucho cuidado a las personalidades que se ciñan a las condiciones que exige la circunstancia histórica. Hay muchas personas que no están en la política activa, pero que su participación puede ser muy importante para hacer andar la autonomía regional.
Relanzar la Autonomía
Una vez elegidos los nuevos asambleístas, hay que preparar el relanzamiento de la autonomía regional en base a un pacto político y social mínimo. Los lideres políticos deben involucrarse activamente en el proceso para acompañar a la asamblea regional. Se debe aprobar entre todos los principales lideres políticos/sociales la metodología y una agenda mínima con un cronograma/calendario de acciones concretas. Hay temas, que son menos de diez, deben ser la prioridad de debate y análisis hasta llegar acuerdos serios y duraderos.
¿Qué hacemos con el estatrucho? El actual estatuto debe formar parte la historia del Chaco, debe ser testimonio para los demás pueblos de lo que no se debe hacer. Debe quedar para la historia del Chaco, del país y del mundo, de que fue el estatuto más caro (60 Millones de Bolivianos) de la historia. Con Bs. 100.000 se hacia una documento de calidad.
Debemos escribir de nuevo el estatuto, con seriedad siguiendo algunas pautas como la aprobación de una metodología y un reglamento mínimos que marque la ruta critica hasta encontrarlos resultados esperados. Para ellos requerimos de personalidades comprometidas con la región, que trabajen incansablemente en la búsqueda de consensos ya cuerdos, sin distraerse en otros temas.
Hay temas que no requiere mayor debate y análisis porque son obvios, pero hay temas que si necesitan especial atención. Estos asuntos deben ser identificados entre todos y puesto en la mesa de discusión hasta encontrar un pacto político y social. Este pacto debe ser duradero y lo más lejos de las elecciones con el fin de no contaminar el mismo.
El fin debe ser garantizar el mecanismo de desarrollo y progreso a través de políticas y programas, sin mezquindades en pueblos. Así desunidos como estamos, no vamos a encontrar el camino para impulsar cambios importantes. Hay la necesidad de volver a unirnos, y juntos encarar nuestras grandes deficiencias. (Yacuiba 05/11/14).

ESTEBAN FARFÁN ROMERO, es periodista, analista político y docente.
Twitter: @EstebanFarfanR

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