Políticos pirañas

El dedo en la llaga | ESTEBAN FARFÁN ROMERO

ESTEBAN FARFÁN ROMERO

Un día en Villamontes, un político muy conocido que decía ser mi amigo del alma me traicionó de la manera más pérfida, alevosa, infame y sobre todo cobarde, y todo por escalar un espacio de poder de la manera más obscena y desvergonzada. Esa noche estaba muy triste, abatido y sobre todo adolorido porque uno espera que un buen amigo, no lo traicione nunca.

Mi mamá se sentó a mi lado y me dijo que esta amarga experiencia debería ser una buena lección. Me dijo de manera reflexiva y emocionada: “…quiero pedirte que no te metas en la política porque es sucia, la política es para los que no tienen valores, para las malas personas, para los que quieren hacerse ricos fácilmente sin trabajar, consiguen lo que quieren a cualquier costo, así tengan que pisar la cabeza de su madre…”. No niego que aprendí mucho desde esa fecha. Hice una pausa, pero no pude con mi carácter. Sigo pensando que la política es una actividad noble, necesaria y determinante, aunque tengo otro criterio de los políticos.

El 13 de febrero, el diputado Willman Cardozo remite una nota al presidente de la Asamblea Departamental en la que solicita que se “deje sin efecto y/o revoque la designación como Gobernador interino a Lino Condori” (MAS) y además pide restituir en el cargo a Mario Cossío Cortez (CC) como Gobernador electo de Tarija.

Antes, dice que se opuso a dichos artículos, cuando la verdad es que en el Chaco se paseó por todos los medios de comunicación defendiendo a voz en cuello las supuestas bondades de la Ley Marco de Autonomías. Fue el único que lo hizo, los demás políticos escondieron la cabeza ante semejante esperpento de ley. Y cuando le preguntaban sobre los polémicos artículos 144-147, decía que se trataba solo de una suspensión temporal para que se defienda libremente y vuelvan al cargo una vez demuestren su inocencia. Repetía el pie de la letra, la posición oficial del Gobierno Nacional. Se venia la suspensión y el lo sabia muy bien. Había que agitar las aguas para sacar ventaja.

Ahora nuevamente de la manera más descarada, atrevida y oportunista. Cardozo mueve las aguas asustando a los masistas para obligarlos a negociar y sacar ventaja del momento. ¿Que busca? Sencillo, pegas.

No entiendo cómo se puede mentir, engañar de la manera más descarada y cínica, intentando falsificar y torcer la verdad de los hechos. Todos en el Chaco y Tarija saben de las verdaderas intenciones del diputado Willman Cardozo (AS). Todos nos damos cuenta de los verdaderos propósitos soterrados. Claro que las verdaderas intenciones están muy bien envueltas con un coqueto celofán de defensa de los intereses de Tarija, lucha contra la corrupción, por el desarrollo, la autonomía, bla, bla, bla, bla…

Es mas. Fue Cardozo el que todos los días desde 2005 ha generado un implacable y persistente desgaste político a través de los medios de comunicación en contra de Mario Cossío, abriéndoles las compuertas al MAS, cuando era aliado del MAS. Recuerdo que repetía manidamente la famosa frase de Deng Xiaoping "No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato." De esa forma justificaba su alianza con el MAS.

Cardozo y el PAN despojaron del cargo a Cossío en alianza con el MAS. Primero Cardozo y los panistas desplegaron una feroz campaña sucia en contra de Cossío para hacerlo caer. Después en alianza con el MAS en la Asamblea Departamental, derribaron a Cossío del cargo electo y en alianza con el MAS votaron a favor de Lino Condori como gobernador interino. Condori es asambleístas del MAS de una comunidad altiplánica de Tarija y obtuvo 852 votos de un padrón electoral departamental de casi 300.000 electores.

Asambleístas masistas han denunciado que tuvieron que pagar $us. 20.000 a cada asambleísta panista para el voto a favor de Condori. Nunca fue desmentido esta denuncia, y menos contradenunciada en la Fiscalía. Cardozo le dijo al pueblo en una apurada y ceremoniosa conferencia de prensa que el acuerdo con el MAS era por la autonomía departamental, autonomía regional y el desarrollo de Tarija. Palabras aparentemente bien intencionadas, pero los que lo conocemos sabíamos que detrás de esas palabras bonitas, se escondían las verdaderas intenciones. Inmediatamente después confirmamos nuestras sospechas. Detrás del acuerdo con el MAS, estaban cinco secretarias administradas por el PAN.

Cuando el MAS decidió prescindir de los acólitos Cardozo, éste se convirtió en un virulento opositor. Condori nunca le respondió, lo que dejó sin discurso a Cardozo y fracasó. Por ello, no tuvo problemas en correr a los brazos de Rubén Costas y prenderse de su cintura. Cardozo no tiene estómago, no tiene sangre.

Cardozo es la fiel y exacta expresión del cinismo, la desvergüenza, el descaro, la insolencia. Los políticos criollos son así. Cambian de opinión de acuerdo a la ocasión. Les importa un bledo el buen nombre, el prestigio, la herencia paternal del apellido. Lo que les importa de verdad es hacerse ricos de la noche a la mañana con los recursos públicos.

Nos halagan porque saben que la miel está en la caja pública y a ellos, solo le interesa eso. No importa si son de izquierda, derecha o del centro, o finalmente si no tienen ideológica. Ellos se acomodan a cualquiera. Están a disposición para usar cualquier discurso que justifique el saqueo.

Se alquilan al mejor postor con tal que les asegure dinero fácil a través de las coimas, contratos vinculados, tráfico de influencias, palos blancos, empresas fantasmas. Las instituciones públicas son un botín que hay que repartirse como hicieron los romanos al pie de la cruz, el vestido de Jesús.

Parece que la política es una enfermedad, un vicio, lleno de acciones conspirativas, intrigas, traiciones, maniobras, complots y artimañas. El político está obligado a mentir, a engañar, a estafar, si no mientes pierdes. Si no sos falso, no sos un buen político. Si no estas dispuesto a engañar, mejor es que no te metas en política, porque seguro fracasarás.

Esta demostrado que lo único que le interesa al político es poder a cualquier costo, precio y modo. Están dispuesto a pagar cualquier precio por el poder. Son ávidos de poder. Se convierten fácilmente en demagogos porque su único fin es llegar al poder para medrar del mismo en beneficio personal y de su grupo. No tiene problemas de mentir, de decirle cosas dulces y bonitas a la gente, de halagar, adular y engatusar para lograr su objetivo. Necesita llegar al poder, y para recurre a cualquier mecanismo, finalmente el fin justifica los medios.

El político honesto, decente, coherente y culto no tiene éxito, fracasa siempre. Parece que si quieres ser político debes inyectarte altas dosis en la sangre de astucia, malicia, cálculo, picardía, perfidia, pillería, vileza. Un político para tener éxito debe camuflarse, debe ser un buen camaleón, debe ser sinvergüenza. Debes mentirle a la gente sin piedad y cargo de conciencia porque el objetivo es ganar o ganar, es llegar al poder a cualquier costo y modo. Un político nunca dice lo que de verdad piensa hacer, porque fracasaría estrepitosamente.

El político busca el aplauso fácil y para ello recurre a la retórica simple, fácil, al discurso de plaza, a la palabreja de feria, a la cháchara chismosa, a la verborrea barata, a la monserga politiquera. Busca embaucar, fascinar, enredar, seducir con las palabras galanes para lograr convencer al pueblo pobre de espíritu, desprevenido y cándido.

Político los hay de todo. Algunos dicharacheros, otros más taimados pero todos con intenciones comunes. Saquear los recursos públicos. Roban legalmente, con la ley en la mano. Son profesionales en el robo, porque no dejan huella, no dejan factura, repiten. Se pavonean, se sienten orgullosos de ser ladrones de cuello blanco, roban con guante.

No poseen un gramo de vergüenza, porque no tienen problemas de exhibir la riqueza mal habida. Adquieren suntuosas propiedades, vehículos, derrochan en deportes caros, disponen de un harem muy bien pagadas con contratos de trabajo en entidades públicos. Ganan Bs. 10.000 legalmente, pero adquieren vehículos de 60.000 dólares, propiedades millonarias. Ostentan, exhiben el dinero sucio, porque tiene protección. Todos saben que antes de ser electos, eran pobres. No tiene miedo porque sabe que está resguardado ante cualquier emergencia legal. Los periodistas se cansan en denunciar, pero no pasa nada porque esta blindado. Un pobre se come una gallina ajena y va a la cárcel inmediatamente. La justicia ahí es implacable.

En Yacuiba, son políticos corruptos los que mandaron a quemar a Fernando Vidal y Radio Popular, pero como están protegidos, no hay justicia. Hay pruebas fehacientes de la participación de varios políticos poderosos y muy corruptos, pero la diosa Temis se quitó la venda. Como dice Eduardo Galeano; “la justicia muerde a quién tiene los pies descalzos”. No creo que tengamos justicia en el caso de Vidal, mientras esté en el Gobierno el MAS.

El político busca a cualquier precio protección del más poderoso. Lo único que exige es impunidad. Si le garantizan protección política, firma cualquier acuerdo, puede entregar su alma, su vida, su región, su honor, su apellido. Puede traicionar sin pestañear, sin ponerse colorado, finalmente se buscan las palabras para justificar la acción ante el pueblo ignorante.

Son ladrones, corruptos, pero ellos se hacen decir “honorables”, imponen hacerse respetar. Esperan que el pueblo los respete. Exigen que se les respete. Se creen personas de bien, honorables, pero son la basura de la sociedad.

Cualquiera puede ser político. No hay que estudiar para ser político, no hay que conocer el oficio. Es la única actividad en la que no se requiere conocimiento, menos experiencia. No hay que estudiar ciencias políticas, eso es para los burros, para los tontos que creen que hay que prepararse, entrenarse para ejercer las ciencias políticas. Para ser político hay que ser audaz, timador, intrépido, farsante.

Político puede ser un dentistas, geólogo, sicólogo, comerciante, ginecólogo, veterinario, cambista, ingeniero, parasicólogo, etc. Si tiene un titulo, el requisito imprescindible es que sea un mediocre, fracasado, frustrado, inútil, deslucido, en su profesión. Un político no puede ser un hombre exitoso, un intelectual, un estudioso, un erudito, un docto, sino alguien que no tenga limites éticos y deontológicos. ¿Ética? Esa palabra no la conocen. Para ellos es un solecismo, una anfibología, un vulgarismo.

Un político es el residuo de la sociedad, es el estropajo de un pueblo. Como no puede ganarse la vida honestamente, opta por la política, porque sabe que allá se puede ser rico de la noche a la mañana.

Tarija y el Chaco es la región más rica del país. Los millones que poseen las cajas publicas, hacen brillar los ojos a los políticos corruptos. Ahora es cuando, porque el gas pasará. No son políticos, son asaltantes sin capucha, que usan la palabra y la maniobra como arma letal para robar el desarrollo y progreso del pueblo. (Yacuiba 18/02/13).

ESTEBAN FARFÁN ROMERO, es periodista, analista político y docente.

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